PANDEMIA: Su impacto en la lectoescritura

Aprender a leer y escribir nos permite descubrir el mundo exterior e interior que habitamos en nuestra infancia. Por eso es importante reforzar los esfuerzos en la enseñanza de la lectoescritura que se ha visto fuertemente afectada a raíz de la pandemia.

Uno de los recuerdos imborrables en la vida de la mayoría de las personas es el momento en que aprendemos a leer y a escribir. Ese primer paso nos abre un mundo ignorado, conocemos el significado de las palabras que antes eran solo letras y entonces la realidad cobra un sentido diferente, los letreros y anuncios en las calles, las portadas de diarios y revistas, y la capacidad de poder expresarnos y comunicarnos, por primera vez, por escrito.

Un mundo que se abre paulatinamente a partir de los cuatro años en el nivel preescolar y que se consolida en los primeros años de la escuela. Sin embargo, la irrupción de la pandemia junto con alterar la normalidad en todos los aspectos de nuestras vidas también provocó un profundo trastorno en el proceso de aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes.

Así lo demuestran los resultados de la última Encuesta Nacional de Monitoreo Educacional en Pandemia que revelan las secuelas de la pandemia en la educación escolar, mostrando un deterioro generalizado de la lectura de los estudiantes. De acuerdo a este estudio, un 82% de los directores de establecimientos educacionales afirman que los niveles de lectura y lenguaje de los estudiantes están peores que en el 2019, siendo los más afectados los alumnos de los primeros niveles del ciclo escolar, es decir, de primero a cuarto básico, donde el 81% percibe un empeoramiento en esta materia.

Situación de lectura y lenguaje de estudiantes.

Esta preocupante situación resulta aún más grave si recordamos que los resultados de la Prueba SIMCE
2019 de 8° básico, no solo mostraron un estancamiento en comparación con el SIMCE 2017, sino además una caída respecto de los resultados obtenidos hace una década.

Resultados SIMCE 2009 – 2019: Lengua y Literatura

Para que este déficit temporal en el aprendizaje de nuestros niños no se transforme en un obstáculo permanente en sus vidas y en las metas que se tracen, es necesario redoblar el apoyo a la educación tanto en la sala de clases como en los hogares, fortaleciendo la colaboración entre profesores y familias y aplicando las buenas prácticas y recursos tecnológicos necesarios para revertir esta situación. Por eso, la Fundación FPM está impulsando el programa piloto ¡A leer jugando! cuyo objetivo es entregar un tablet con la aplicación Dytective de Change Dislexia a 80 niños, para que sea una herramienta y un aliado que haga más fácil y entretenido el maravilloso proceso de aprender a leer y escribir.